El día de hoy salió publicada en el periódico El Norte una editorial realizada por Josefina Leroux en la que hace referencia a una entrevista del periódico O Globo, en dichos de un capo brasileño, Marcola, que circula por la red y que a continuación se transcribe:
"Yo viví y crecí en la favela, era la clase marginada, invisible. Ustedes nunca nos vieron. Pero hoy gracias a la multinacional droga somos muy ricos y poderosos. Ustedes ahora ya nos ven... y les damos pavor". O Globo pregunta: "¿Quién es más poderoso, ustedes o el Estado?". "¿Poderoso un Estado corrupto y manejado por incompetentes?", responde Marcola. "¿Y cuál es la solución?", pretende ahondar el reportero de O Globo. "¿Solución? No hay solución, hermano", contesta Marcola. "Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general. "Y todo tendría que ser bajo la mano dura de un 'tirano inteligente' que saltara por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice y del Judicial que impide puniciones", continúa el capo. "Tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, estatales y federales; todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. "En resumen, ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia y su doble moral", afirma Marcola. "Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni siquiera la magnitud del problema. Su sistema se pudrió".
El contenido de esta entrevista nos demuestra claramente el gran problema que representa el narcotráfico, de entrada este tal Marcola, denota en sus respuestas un agudo análisis del nebuloso oficio multinacional, que representa la jugosa industria de las drogas, pero lo más destacable es, que aporta en gran medida la posibles soluciones reales, mucho más que cualquier Nación lo haya intentado, vaya si al menos algún mandatario se hubiere pronunciado de esa forma sobre el origen del entorno actual. La escalada del crimen organizado a nivel internacional nos ofrece ahora esta clase de delincuentes: instruidos, pensadores y analíticos, no es por engrandecerlos, por supuesto que no, pero muchas veces tenemos la idea que son criminales de lo más corrientes e ignorantes, que no tienen ni la menor idea de qué hacer con las cantidades enormes que obtienen del comercio ilegal de estupefacientes. Este diálogo revela que no es así, Marcao, quien se destaca así mismo como salido de las favelas brasileñas, es decir efectivamente de las clases más marginadas, muy probablemente sin preparación académica, pero que por lo visto, su paso por el negocio le ha merecido comprender la problemática y también aprovecharse de ella.
Por eso es tan difícil comprender, cuando los gobernantes se empeñan en su campaña de guerra contra el narco, como es el caso de México, en la que ha traído muertes en superlativo grado, cuando sabemos como dice Marcao, que no tiene solución, porque las acciones que realmente se deben de tomar frente a ese caos que es el tráfico de substancias, tan exitoso por su elevado consumo, ni si quiera se mencionan, olvidemos entonces su aplicación. Marcao da una explicación de lo que se tiene que hacer y por eso concluye que no existe solución y creo que está en todo lo correcto. Lo lamentable es, que provenga de un delincuente que es beneficiado por dicha actividad ilegal, y que jamás se hayan enfatizado acciones y razonamientos si quiera parecidos, sobre el origen del problema por parte de gobernante alguno. Porque obviamente que destapada la cloaca, quien sabe que tantas cosas nos encontremos. Esa es la triste realidad.
